Pastor Ismael Bencomo, domingo 12/Mayo/2013
Génesis 21:8-21
21:8 Y creció el
niño, y fue destetado; e hizo Abraham gran banquete el día que fue destetado
Isaac. 21:9 Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual ésta le había
dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac. 21:10 Por tanto, dijo a
Abraham: Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de
heredar con Isaac mi hijo. 21:11 Este dicho pareció grave en gran manera a
Abraham a causa de su hijo. 21:12 Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca
grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye
su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia. 21:13 Y también del hijo
de la sierva haré una nación, porque es tu descendiente. 21:14 Entonces Abraham
se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar,
poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y ella
salió y anduvo errante por el desierto de Beerseba. 21:15 Y le faltó el agua
del odre, y echó al muchacho debajo de un arbusto, 21:16 y se fue y se sentó enfrente,
a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera.
Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró.21:17 Y oyó
Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le
dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en
donde está. 21:18 Levántate, alza al muchacho, y sostenlo con tu mano, porque
yo haré de él una gran nación. 21:19 Entonces Dios le abrió los ojos, y vio una
fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de beber al muchacho.
21:20 Y Dios estaba con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue
tirador de arco. 21:21 Y habitó en el desierto de Parán; y su madre le tomó
mujer de la tierra de Egipto.
…Dios ha oído la
voz del muchacho... Dios le abrió
los ojos…
Dominio
propio.
Despedida,
a su suerte al desierto. Abraham corrió a su mujer.
Lloró
un muchacho de 14 años.
La
madre ve por sus hijos.
Una
mamá como Agar. Con hijos y sola.
Hay
madres con hijos y marido, el cual no toma su lugar y parece un hijo más.
Separaciones
inmaduras.
Los
hijos no se divorcian, son los padres.
Te
vas con tu mamá.
Porque
la mamá debe y puede tener el amor y valor para sacar adelante a sus hijos,
para levantar y apoyar al hijo, tiene la capacidad de elevarlo o aplastarlo.
Dice
la biblia: El muchacho que se porta mal avergüenza a su madre.
Pero
sólo si la madre está dotada por Dios.
Su
éxito no depende de lo que pueda dar, amar, lo que es, lo que te ha enseñado. Depende
de que Dios este presenten y lo sepamos entender.
Hay
mamás que se doblan ante sus hijos a pesar de que creen y conocen la Biblia.
Pero
hay las que decidieron morir en la raya pero no volverán atrás.
Dios
se conmueve con las lágrimas de los hijos y las madres.
El
ángel le pregunta, ¿qué haces mujer?
Pero
cuando está Dios es muy diferente.
Nada
de lo que te puede dar el hombre se compara con lo que Dios te puede dar.
Sólo
le había dado un odre de agua. Lo que Dios da no se acaba.
Esperando
la muerte, se nos acabó todo.
Hay
una fuente que no se acaba.
Cuando
tengas más problemas aférrate a Dios.
No
te preocupes será jefe de una nación.
Lo
que debe hacer:
1.
Escuché
a Dios no se deje abrumar por los problemas y crecerá su fe y esperanza.
2.
Dios
hizo por Agar lo que necesitaba. Abrirle los ojos.
3.
No
te desesperes levántate, toma al muchacho de la mano y sostenlo.
4.
Cuando
un niño ve a sus papás besándose, toma seguridad en sí mismo.
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