Pastor Ismael Bencomo, domingo 03/Marzo/2013
Deuteronomio 8:1-20
8:1 Cuidaréis de poner por obra todo
mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y
entréis y poseáis la tierra que Jehová prometió con juramento a vuestros
padres. 8:2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu
Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para
saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.
8:3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no
conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo
de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el
hombre. 8:4 Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado
en estos cuarenta años. 8:5 Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga
el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga. 8:6 Guardarás, pues, los
mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole. 8:7
Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de
aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes; 8:8 tierra de
trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de
miel; 8:9 tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada
en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre. 8:10
Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que
te habrá dado. 8:11 Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus
mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; 8:12 no suceda
que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 8:13 y tus
vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo
lo que tuvieres se aumente; 8:14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de
Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; 8:15
que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes
ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua
de la roca del pedernal; 8:16 que te sustentó con maná en el desierto, comida
que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre
hacerte bien; 8:17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me
han traído esta riqueza. 8:18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da
el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus
padres, como en este día. 8:19 Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y
anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo
lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. 8:20 Como las naciones
que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis
atendido a la voz de Jehová vuestro Dios.
Un recuento del
Éxodo.
Poner
en obra los mandamientos para que vivas y te multipliques.
Poseas
la tierra.
Recordarás
el camino, el desierto, la prueba.
Guardarás
sus mandamientos.
No
sólo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca de Jehová…
Como
padre castiga a sus hijos. Témele…
Te
introduce en la buena tierra. Tierra de abundancia.
Te
saciarás y bendecirás a Jehová tu Dios.
Aumentes,
prosperes y se enorgullezca tu corazón. Lo he logrado, soy suficiente, yo
puedo.
Y
te entregues a dioses ajenos… morirás.
Adorando
las dádivas y no al dador. Por no atender la voz del Señor.
3 – La escuela
del desierto, 40 años:
…
y no morir en el desierto.
Prueba,
escases, peregrinación, pérdida, abandono, …
Lo
permite Dios, atravesarlo para ser probados, educados, formados…
40
años que pudieron ser 1 semana, tomando atajos.
Pero
fueron 40 de prueba, pero con un propósito.
No
nos gustan las pruebas.
Queremos
que todo marche bien.
La
realidad de la vida es que aprendas a vivir y sobrevivir y reconozca que Dios
estuvo contigo.
No
les basto 40 años para disciplinarse.
No olvides
porque Dios te trajo en el desierto, lo que pasaste; que ahora te vaya bien y
lo olvides.
Que
Dios sólo este para emergencias, que ya no quepa en tu vida.
Él
es el que te da poder, fuerza, inteligencia, habilidades, … para hacer dinero.
Por
medio de ideas, sueños, gracia, …
Destruyo
a otras naciones para que tu entraras, no fue tu fuerza.
Cuesta
alcanzar la bendición de Dios, pero mantenerla cuesta el doble.
El
asunto es que mantengas la conquista. Llegar a la cúspide y mantenerse es el
triple.
Tener en cuenta
lo que Dios ha hecho.